Soy un monstruo. Historia de una chica sin brazos y concierto por una niña muerta.

Autor: Ángel Narváez Sánchez.

Editorial: Atlantis.

Año edición: 2019

Número de páginas: 360.

Temática: Fantasía.

Encuadernación: Tapa blanda.





Sinopsis: Atemorizada por la inmensa bestia que la acecha y perseguida por sus propios remordimientos, una chica sin brazos huye hasta refugiarse en el cálido abrazo de un inocente humano pelirrojo. Una diablesa perturbada contempla fijamente a la sirena del río desde la lejanía. Un vampiro rabioso aprieta los puños con firmeza mientras sus ojos se inyectan en sangre. Una parca temerosa de sus propios actos se oculta en una estropeada casucha deshabitada. Una precisa cazadora deambula por los callejones de la ciudad, e incluso las parcas más feroces huyen atemorizadas ante la sombra de esta humana que trabaja en nombre de la justicia. Una espada dorada brilla en infinitos destellos desde la vaina que cuelga de su cintura, y un casco protector para motoristas cubre sus facciones ocultando sus auténticas emociones, como si se tratase de un espectro desalmado e incansable persiguiendo a los enemigos de la humanidad.

Un  esqueleto encapuchado, vestido con una túnica negra, cava con firmeza usando su pala para abrir las tumbas más recientes del cementerio. Vampiros y fiambres combaten en una guerra sin cuartel, mientras una misteriosa voz contempla la escena desde su privilegiado castillo. En el fragor de la batalla, la heredera de los poderes de la sangre tiñe de rojo carmesí su habitual melena de color azul chillón. Una extraña niña con cabellos cual pétalos de rosas y piel oscura como el ébano ha escapado del averno, buscando refugio en la superficie. Un espadachín humano con una hoja oriental, una katana mágica de filo negro como la desgracia, se bate en duelo con todo tipo de rivales imponentes.

Pero cuando todas sus emociones vibren al unísono componiendo una sola melodía de crescendo. ¡Entonces sabrán que aquel era mi concierto! Un concierto, por una niña muerta.

Buenas a todos, hoy os traigo Soy un monstruo. Historia de una chica sin brazos y concierto por una niña muerta de Ángel Narváez Sánchez. Aunque la temática haya sido marcada creo que también entra dentro de lo que podemos llamar fantasía lírica, ya que tiene partes que podríamos decir que están en prosa e incluso canciones. Pero no os equivoquéis con el término. En la novela vemos a todo un elenco de criaturas sobrenaturales, desde parcas a diablesas, pasando por sirenas, vampiros, zombis y más, mucho más. Lo que menos vemos realmente en la historia son humanos.

La historia comienza con uno de estos seres, una parca sin brazos llamada Ceniza con la que veremos el conflicto interno entre lo que ha de hacer para sobrevivir como monstruo y la conciencia que le queda por haber sido una vez humana. Podemos decir que la primera mitad del libro es una historia de amor o más bien son varias pero no penséis que será todo romanticismo, de lo cual también hay, sino que veremos las luchas sangrientas y tan bien descritas que parecerá que estemos ahí, entre los seres que abundan en este mundo y como Ceniza a pesar de no tener brazos lucha con una guadaña que representa su alma.

En la segunda parte del libro cambiamos de protagonista y seguimos a Anna, una no muerta recién salida de la tumba, literalmente, y su camino por encontrar algo por lo que vivir su nueva no vida. En esta segunda parte no hay tanto romanticismo como en la primera y vemos más trasfondo de este mundo, junto a muchas más batallas cada una más épica que la anterior. Cuando creemos que no puede haber un combate mejor que el que acabos de leer el autor nos pone otro delante que supera a los anteriores con creces. A diferencia de la anterior, Anna lucha con la música de su alma que va ligada a sus sentimientos.

Aunque en principio podemos destacar a estas dos personajes como las “principales”, evidente hay más y muchos tienen sus propios capítulos que nos dejan ver más de su personalidad o del mundo en el que viven, cada uno a su manera única.

Lo que no me ha terminado de convencer de la novela es el uso de tanta metáfora en algunas partes o la prosa en otras, llegando a perder un poco el hilo de los acontecimientos y sacándome de contexto. Demasiada lirica para lo que estoy acostumbrado.

También el libro lleva una buena dosis de autoayuda, podemos apreciar la superación personal de los protagonistas a sus demonios interiores. Como pasan de no querer seguir con sus vidas o de estar atrapados en la negrura de su alma, a querer luchar por un algo más. A como ven una luz al final del túnel de su existencia que les promete una situación mejor a la que están.

Soy un monstruo es un libro con grandes batallas y romanticismo, entre seres sobrenaturales que te llega a emocionar por dentro pero que en mi opinión abusa de la lírica sacándote en más de una parte de la historia.